jueves, 28 de agosto de 2008

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Mi abuela Marta era muy estimada por los vecinos. Todos la saludaban con respeto y aprecio y la tenían por una gran señora. Ella los trataba con la misma cortesía y deferencia, salvo por el caso de doña Amanda, quien siempre saludaba muy amablemente a mi abuela y buscaba su conversación, pero no recibía lo mismo en reciprocidad ya que mi abuela no gustaba de su amistad.

Ella decía que doña Amanda no era una mujer decente. La realidad es que la famosa doña Amanda estaba casada con un señor que trabajaba como supervisor de una cuadrilla de construcción de caminos en Petén, por lo que venía a la capital a visitar a su esposa uno o dos días cada trimestre, dejándola sola la mayor parte del tiempo. Al parecer, doña Amanda había tenido dos hijos, uno de los cuales había muerto en su infancia y el otro se había marchado a vivir a Los Ángeles, California, donde trabajaba, había establecido su residencia y fincado su hogar.mujeres infieles - gordas follando gratis - novias amateurs - maduras cachondas - pollas gordas - porno rubias

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Doña Amanda vivía sola y ello la había llevado a serle infiel a su esposo. Mi abuela decía que ella había tenido más de un amante, por lo que no gustaba de relacionarse con la mencionada mujer. Yo, por mi parte, desde que escuché a mi abuela decir que ella era una "traga hombres", había comenzado a fijarme más en esa mujer, y a hacerla de vez en cuando, blanco de mis fantasías masturbatorias. Pero fue en el momento de que ella se agachó levemente, cuando llegó a llenar mi pensamiento. Como a las seis de la tarde, sonó el timbre. Era nuevamente doña Amanda.

-¡Hola! -saludó alegremente-. Vengo a ver si tenés cena para hoy. Estoy segura de que tú solo no te alimentarás bien. - Gracias -le respondí, entre agradado y extrañado-, pero mi abuela me dejó algo de dinero, así que había pensado ir por ahí a comer una hamburguesa. - Eso no es suficiente -dijo ella-. Lo que necesitás es una buena comida casera. Regreso en un momento.fotos mujeres desnudas - gordas folladas - jovenes amateurs - porno maduras - gordas desnudas - rubias calientes

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Y dicho esto, se marchó de regreso a su casa. Como a las siete de la tarde, volvió a sonar el timbre. Pensando en que podía ser ella, me puse un poco nervioso cuando fui a abrir la puerta. Abrí, y me encontré frente a doña Amanda, que traía unos trastos sobre un azafate. Inmediatamente noté que se había cambiado de ropa y tenía puesta una blusa azul, aún más escotada que el vestido que le había visto anteriormente. Mis ojos se quedaron fijos en aquella parte de su anatomía y, después de un momento, dándome cuenta de mi torpeza, agregué mientras me apartaba de la entrada:

-¡Pero qué descortés soy! ¡Pase! Pase, por favor.videos de chicas - gordas cachondas - tetas amateurs - maduras desnudas - gordas follando - rubias com

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Doña Amanda entró a la casa y sin pedir permiso se dirigió hacia el comedor, dejó los trastos sobre la mesa y volviéndose a mi, me preguntó: - ¿Querés cenar ya? - Yo... en realidad creo que sería magnífico -respondí.

- Excelente -dijo ella con una sonrisa-. Entonces, comeremos ahora.mujeres gordas - gordas xxx - contactos amateurs - videos de maduras - gordas gratis - rubias cachondas

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Me sentí un poco desconcertado, pero ella fue a la cocina y tomó unos platos, los que puso sobre la mesa. Seguidamente puso cubiertos y un par de vasos. Luego tomó asiento y destapó los trastos que había traído, conteniendo un espagueti a la boloñesa y una ensalada que se veía bastante apetitosa.

Durante la cena conversamos sobre asuntos de poca trascendencia: El clima, mi abuela, su viaje, mis estudios, etc. Sin embargo, ella fue haciendo que la charla se tornara más y más íntima. Salpicaba la plática con preguntas que denotaban el deseo de conocer más sobre mis aspectos personales. Me miró fijamente a los ojos y yo le devolví una sonrisa, sin saber qué hacer o decir. No pude sostener su mirada y bajé la vista, deteniéndome en sus senos. No pude evitar pensar en lo buena que estaba y en lo mucho que un inexperto como yo podría aprender de esta hermosa mujer.maduras espanolas - porno de jovencitas - colegialas desvirgadas - mujeres calientes - tetas bonitas - videos de colegialas

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Ella me miraba con una sonrisa y yo, le respondí que le agradecía su interés, pero que me encontraba bien.

- ¿Almorzaste? -preguntó solícita. - Sí. No tenga pena. - Está bien. No vaciles en pedirme cualquier cosa que necesites. Pasaré después a ver cómo estás. - ¡Gracias! -fue lo único que atiné a decir.

Ella se agachó para recoger una bolsa del supermercado que tenía en el suelo y yo advertí por su escote los dos grandes senos que debía esconder aquella mujer bajo el vestido. Cerré la puerta y no lograba quitarme de la cabeza el escote de doña Amanda, por lo que planeé una masturbación memorable para esa noche, haciéndome toda clase de fantasías con ella.fotos maduras gratis - sexo con jovencitas - porno colegialas - chicas guapas - tetas perfectas - videos colegialas

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En la tarde siguiente de que mi abuela se fue, me disponía a ver televisión, cuando sonó el timbre de la puerta.. Yo andaba por casa con pantaloneta y playera. Así vestido, me dirigí a abrir. Era doña Amanda, la señora que vivía en la vecindad, mujer de 58 años, morena con el pelo recogido, no era una belleza de cara, pero su bien hacer en el maquillaje la hacía resaltar mucho, algo gordita y con dos magnificas tetas.

- ¡Hola! Buenas tardes, sólo quería saber si no necesitabas algo, ahora que tu abuela se ha ido. - ¡Doña Amanda! -respondí sorprendido, ya que no la esperaba.relatos maduras - videos gratis jovencitas - colegialas xxx - fotos de mujeres desnudas - mejores tetas - fotos colegialas

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Tenía entonces 18 años y me había iniciado en el sexo con las clásicas masturbaciones de adolescente siempre pensando en mujeres mucho mayores que yo, porque en mis fantasías eróticas, no sé por qué, siempre aparecían mujeres maduras, con una característica común: algo rellenitas y de grandes senos. Sabía que tenía que ser muy cuidadoso, ya que mi abuela era muy estricta en estas cuestiones y no sabría comprender mis nacientes aficiones por el sexo. Siempre buscaba momentos de soledad (a la hora de dormir, en el baño, etc.) para dar rienda suelta a mis instintos sexuales.

Yo mismo me fabriqué, con una tela gruesa pero suave, una bolsita para meter en ella el pene y eyacular en el interior, a efecto de no dejar manchada la sábana de la cama, porque ya en una ocasión, mi abuela me había regañado por ensuciar las sábanas. Sin embargo, hasta los dieciocho años, no había tenido aún una relación sexual en forma.videos maduras gratis - fotos de jovencitas desnudas - colegialas cachondas - tetas grandes - tetas grandes gratis - fotos de colegialas

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- Una oportunidad como esa no debés de desaprovecharla -le dije-. Ve, que yo me puedo cuidar solo.

Ella se quedó dudosa y le dijo a mi tío que lo pensaría. En los días sucesivos yo me ocupé de convencerla de que no tenía razón para preocuparse por mí.

- Está bien -dijo finalmente-, iré si me prometés cuidarte y alimentarte bien. - ¡Lo prometo! -le respondí.videos putas gratis - porno de colegialas - gordas peludas - jovencitas desnudas gratis - sexo porno gratis - videos sexo gratis

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Una noche de abril, mi tío Álvaro llamó por teléfono a mi abuela y la invitó a pasar unas semanas con él y su familia, aprovechando la boda de Lucía, la hija mayor, quien se casaría con un joven mexicano. Mi abuela, instantáneamente, manifestó su deseo por asistir, pero luego, pensó en que no podía dejarme solo. Yo no podría ir por mis estudios, ya que los exámenes del semestre estaban por empezar, y ella no podía dejarme solo. Por ello, comenzó a decirle a mi tío que le agradecía la invitación, pero que no podría ir.

Yo la escuché, y le dije que fuera, que no se preocupara por mí, que yo ya no era un niño y que podría cuidarme solo.madres putas - colegialas ardientes - super gordas - jovencitas guarras - contactos sexo gratis - sexo oral

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Yo creo en la buena vecindad. Los vecinos son personas que se relacionan por algo más que la simple proximidad de sus viviendas. Entre ellos puede haber un sentimiento de amistad y, principalmente, de apoyo ante los problemas que uno u otro puedan tener.

Un vecino apoya al otro, la mayor parte de las veces, en forma desinteresada y sin esperar nada a cambio. Sin embargo, esta es obligada cuando el primero lo necesita, haciendo realidad el conocido lema: hoy por ti, mañana por mí.putas gratis - fotos de colegialas desnudas - sexo con gordas - lolitas jovencitas - sexo cam gratis - fotos de sexo

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Los recién llegados tomaron la maleta y bultos y ella me dio un fortísimo apretón de manos y musitó ¡Adiós!

Nunca jamás la volví a ver. Probablemente ya no esté en este mundo. Pero sirva este relato como un agradecimiento a esa mujer, cuyo nombre ignoré, y que me hizo hacer cosas de hombre. Al mismo tiempo, insto a las mujeres maduras que tengan la oportunidad de iniciar a un joven, lo hagan sin remordimientos, porque todo hombre necesita de alguien que lo guíe por el buen camino del sexo.putas follando - videos gratis de colegialas - videos gratis de gordas - videos gratis de jovencitas - galerias sexo gratis - fotos sexo

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El tren se detuvo jadeando en un ínfimo pueblo del desierto. Ella se asomó a la ventana y luego subieron un hombre de unos 60 años y una mujer de unos 30. La señora les dio un afectuoso saludo y me los presentó:

- Mi marido y mi hija - Este joven ha sido muy amable y atento conmigo - Gracias (Dijo el señor)lesbianas guarras - tetas mas grandes - relatos lesbianas - rubias folladas - jovencitas calientes - putas gordas

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- Ya me tengo que bajar. Gracias mi niño. Hacía tanto tiempo que no gozaba así.

- Así mijito. Tómame fuerte. ¡Ay que rico! Sigue… sigue - Méteme un dedo… Ah… Méteme dos - Mételos y sácalos. Hazme gozar… Ay esto es la gloria - Aquí arriba busca una pepita. Si ahí es. Sóbala suavecito - Mi niñito rico me vas hacer acabar

Mientras tanto, mi pene ya reventaba y me dolía dentro del pantalón. Así es que le pedí la manta para taparme y lo liberé. Tomé su mano y la atraje hacia él. Lo tomó suavemente, pero con firmeza y empezó a darle un masajevideos porno de lesbianas - fotos de tetas grandes - lesbianas famosas - fotos rubias - chicas jovencitas - negras gordas

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- Por favor perdóneme, no pensaba molestarla - Y no me molestas tontito. Eso que me haces está muy rico. Espérame un momento.

Se dirigió al baño y al regreso me pidió que me recostara nuevamente. Al meter la mano descubrí que se había sacado los calzones y que podía tomar libremente toda su chucha peluda y mojada. Con susurros cariñosos me fue guiando:lesbianas calientes - videos tetas - videos lesbianas gratis - videos rubias - videos de jovencitas - videos de gordas

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Por fin caí en cuenta que ella estaba despierta y que no le molestaba lo que hacía. Lentamente seguí subiendo hasta tocar sus calzones los cuales estaban tibios y húmedos. Con torpeza agarré su sexo y le di algunos apretones. Ella se movió y me vi obligado a sacar la mano. Nos miramos y ella sonriendo dulcemente me dijo:

- Eres un loquito - ¿Por qué? - Porque le haces esto a una vieja. Búscate una muchachita de tu edad y le haces lo mismo.videos porno lesbianas - tetas naturales - videos de lesbianas gratis - rubias follando - videos jovencitas - videos gordas

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Por fin llegó la noche. Como a las 10 las luces del vagón se atenuaron quedando el ambiente en una suave penumbra. El tren entró en una zona desértica. Todos los pasajeros dormitaban y yo traté de acomodarme para dormir un poco. De pronto ella me dijo:

- Usted está muy incómodo ¿Por qué no se recuesta sobre mi falda para que duerma un poco?fotos tetonas gratis - mujeres amateurs - morenas desnudas gratis - videos caseros largos - peliculas lesbianas - videos gratis tetonas

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Lógicamente que acepté su invitación. Puse mis manos sobre sus muslos y apoyé la cabeza encima haciendo como que dormía, pero estaba preso de una terrible excitación. Después de un rato, suponiendo que ella dormía, me atreví a bajar una mano y tocar suavemente sus pantorrillas. El corazón me latía de prisa. En mi bendita inocencia temía que la señora se despertara furiosa y me insultara.

Durante largos minutos estuve acariciando sus piernas y tratando de subir, pero sus rodillas estaban fuertemente unidas. Por fin se produjo una leve separación y, con un poco de esfuerzo pude acariciar sus rodillas por dentro. Mi mano inquieta fue subiendo por sus tibios muslos que de pronto la apretaron. Luego sus muslos se abrieron y se volvieron a apretar hasta volverse un movimiento rítmico.sexo tetonas - fotos amateurs gratis - porno morenas - videos amateur caseros - fotos gratis de lesbianas - viejas tetonas

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Tímidamente toqué suavemente su pierna y la sentí suave y tibia. En ese momento sentí como una corriente que me sacudió hasta el pene. Ella se mantenía totalmente seria. El tiempo siguió pasando. Horas más tarde me atreví a preguntar:

- ¿Cómo se siente de las piernas? - Igual joven, y creo que aún están más hinchadas. Nuevamente toqué por un instante sus pantorrillas entre excitado y aterrado.fotos tetonas - videos amateurs - videos gratis de morenas - videos porno caseros - lesbianas desnudas - porno tetonas

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Los vagones tenían una doble fila de asientos, para dos personas cada uno y puestos de manera tal que los pasajeros quedaban enfrentados. En el extremo de cada fila había un asiento un poco más angosto donde cabía una sola persona.

Cuando inicié mi viaje escogí justamente ese asiento que era más cómodo. Al frente mío se sentó una señora seria y respetable, bien vestida, llenita de carnes sin ser gorda, canosita, de unos 55 años. Ella colocó un maletín y una manta en el puesto de al lado, de modo que en ese espacio solo estábamos los dos. En general en el vagón no iba mucha gente.mujeres guapas - porno de gordas - videos porno amateurs - videos maduras - gordas - videos de rubias